Pseudoartrosis Séptica
A la falta de consolidación de una fractura por la existencia de una infección en el foco de fractura se le denomina pseudoartrosis séptica. Esta es una de los escenarios mas complejos dentro de la cirugía ortopédica. Se produce por la llegada de microorganismos patógenos al foco de fractura, normalmente tras una fractura abierta o durante la cirugía de la fractura. Su tratamiento es siempre quirúrgico, pudiendo requerir de procedimientos complejos de reconstrucción ósea y de partes blandas.
¿Qué es la Pseudoartrosis infectada? La pseudoartrosis infectada (o séptica) es la situación en la que no se produce la consolidación de una fractura por la existencia de una infección. Es el tipo más grave de osteomielitis (Osteomielitis tipo IV) y puede llegar a comprometer la viabilidad de la extremidad y terminar en una amputación. Es por ello que toda pseudoartrosis infectada se considera una lesión que puede, potencialmente, poner en riesgo la extremidad (Limb-Threatening Injury) y cuyo tratamiento se considera una cirugía de "salvamiento de la extremidad" (Limb-salvage surgery).
¿Por qué se produce una pseudoartrosis séptica? La pseudoartrosis séptica es secundaria a la llegada de microorganismos patógenos (bacterias) al foco de fractura. Esta se produce como consecuencia de una fractura abierta (cualquier grado de lesión de la piel puede producirla) o por la intervención quirúrgica que se realiza para tratar la fractura. Como cualquier tipo de osteomielitis crónica, es una infección basada en la existencia de un biofilm bacteriano.
¿A qué huesos suele afectar? Una pseudoartrosis séptica puede complicar la curación de cualquier fractura del esqueleto. En fracturas abiertas grado III (las más graves) puede existir una infección profunda en más del 35% de los casos y, sin duda, la tibia es el hueso más frecuentemente afectado. La presencia de una cirugía previa, procedimientos de reducción abiertos y la existencia de implantes de osteosíntesis aumenta el riesgo de tener una pseudoartrosis séptica.
¿Qué síntomas presenta y cómo se diagnostica? La existencia de una infección debe descartarse en cualquier fractura que evoluciona hacia una pseudoartrosis. Como con cualquier infección basada en la existencia de un biofilm bacteriano, la presencia de signos típicos de infección (fiebre, rubor, salida de material purulento…) puede no existir. El diagnóstico es complejo y debe ser realizado por expertos en el área.
¿Qué tratamiento requiere? El tratamiento de una pseudoartrosis infectada es uno de los procedimientos más complejos dentro de la cirugía ortopédica. El objetivo es conseguir que la fractura consolide, libre de infección y evitando las complicaciones asociadas. Es importante puntualizar que no toda pseudoartrosis infectada se tiene que convertir, necesariamente, en un defecto óseo segmentario; pero sí que en muchos casos será necesario extraer grandes segmentos de hueso para conseguir la erradicación de la infección. La pseudoartrosis séptica es una patología eminentemente quirúrgica, donde los antibióticos son coadyuvantes, es decir, con antibióticos y sin cirugía no se puede curar esta enfermedad. Es por ello que en muchas ocasiones será necesario recurrir a técnicas complejas de reconstrucción del hueso y de las partes blandas.